Fuente: comunicado nro. 19
Virginia Bouvet lleva 15 años en la empresa, siempre en la boletería porque no le dieron, todavía, una oportunidad para ascender.
Ella es mamá y cuida sola de su hijo, como tantas mujeres, hace malabares con horarios de trabajo y de colegio.
Virginia es delegada de la C y, desde hace años, participa en actividades para mejorar las condiciones de trabajo en el Subte. Es autora del libro “Un fantasma recorre el Subte” y, como tantos, se dedica a construir el nuevo sindicato.
Una organización gremial muy distinta a la anterior, mucho mejor. Y esto, como todos saben, inquieta a la empresa. Por eso, últimamente, persigue a los trabajadores, a los delegados y los sanciona sin razón.
Por eso, el domingo suspendieron a Virginia. Si, la suspendieron de nuevo, esta vez por tomar 3 horas gremiales.
Pero lo que parecía una sanción más para Virginia, iba a desatar una respuesta nunca vista en la C.
La notificación del viernes provocó primero, que los delegados liberaran algunos molinetes, a esto, se sumaron los compañeros en otras estaciones.
¿A quién se le habrá ocurrido la mala idea de suspender a Virginia? Tal vez, su nombre no trascienda pero, sí, lo que logró ese viernes, cuando hizo enojar a los trabajadores y miles de pasajeros viajaron gratis, en la C, durante horas.
SECRETARIA DE PRENSA