Fuente: Revista Qué

Descontrol en el subte

  •  por Prensa del Subte [FL]
  •  Publicado el 23 de febrero de 2016
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La Auditoría General de la Ciudad realizó un informe sobre las compras de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) durante el ejercicio 2013. Allí, el ente encontró varias irregularidades y una falta de control sistemática en la forma de rubricar las contrataciones.

La Auditoría General de la Ciudad realizó su primer in-forme sobre la gestión del PRO en la compra de insumos y formaciones para la red de subterráneos.

Allí, el cuerpo de auditores encontró varias irregularidades en la compra de los rodados. Dentro de las principales, la presunta digitación en la licitación para la adquisición de 105 vagones y la omisión de canales formales.

En total se trata de $ 635.978.735,27 devengados en 2013. El programa total tiene un crédito superior a los $ 3.000 millones, otorgados para que Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) realice las compras en once obras. Algunas de ellas, terminadas recién durante este año.

En varios pasajes del documento se remarca la falta de controles internos por parte de SBASE en todos los puntos relacionados con las obras en la red.

A eso se suma la falta de respuesta por parte del ente ante los pedidos del cuerpo de auditores sobre contratos de compra de material rodante.

Luego de su análisis y al efectuar el cotejo del Universo, fueron detectadas otras compras y contrataciones que formarían parte del Universo objeto de auditoría, las cuales no habían sido informadas en tiempo y forma por el ente auditado”, afirman en el documento los auditores.

Pero esa no fue la única crítica. En sucesivas páginas expresaron: “La existencia de contradicciones en los distintos registros internos del organismo, así como también la impo-sibilidad del auditado de generar información de manera veraz, oportuna, confiable, completa y adecuada”.

No obstante ello remarcaron que la ejecución del presupuesto por parte de SBASE se condice con los gastos realizados para las diferentes obras.

En el informe, además, se denuncia que el Ejecutivo no puso a disposición del mencionado ente el contrato de la compra de 105 vagones para la línea A, por lo que “no se pudo corroborar si se cumplió con los plazos establecidos”.

En la mencionada licitación, la oferta que resultó ganadora, de CITTIC CC, según denuncia el cuerpo de auditores en su informe, no estuvo completa. “Varios ítems estaban incompletos, con la consecuente necesidad de su aclaración posterior, lo que implica mayor dispendio de tiempo para dar satisfacción a todos los requerimientos”, según el documento.

Pero no fue la única perlita. La ley 1.218 marca la obligatoriedad de un dictamen de la Procuración en toda compra que supere el millón y medio de unidades de compra. La operación, de $945 millones, superó dicho límite, sin que se expidiera el citado organismo.

Esa operación, según la AGCBA, presentó una característica que daría la impresión de que se trató de una licitación digitada: no se publicaron la fecha y hora de apertura de sobres.

Ante la queja de varios interesados en ofertar se tuvo que publicar en el Boletín Oficial una rectificación.

Tres empresas intentaron participar: Alstom, que este año firmó un contrato para la entrega de formaciones para la línea H; Quingdao Sifang O LTD y CITIC CC.

Las dos primeras solicitaron una prórroga de 15 días para presentar los papeles pertinentes, la cual fue denegada; motivo por el cual solamente hubo una oferta.

Pero no termina allí. CITIC CC omitió presentar la documentación sobre el desarrollo y la provisión del material. Además, en los papeles originales de la licitación sostuvo que el rango de fiabilidad, es decir, la garantía, era la mitad de la que se determinaba en el pliego. Aunque luego fue rectificada.

En lo que respecta a la compra de material rodante al municipio de Madrid, el informe, al que tuvo acceso Qué, sostiene que se dejaron de lado varios requisitos vitales para la compra. En primer lugar, no se realizó un informe sobre la sustentabilidad (beneficio precio/duración), así como tampoco se verificó la “razonabilidad” de los precios finales.

En este último aspecto, la AGCBA determinó que no hubo “una comparación con precios formales de otras empresas”. Pero no fue lo único. En ningún momento el Ejecutivo explicó en el pliego el motivo de la compra de las formaciones.

La renovación de la flota existente se evidencia como uno de los puntos fuertes de la ejecución presupuestaria. No obstante ello, del relevamiento de las actuaciones practicado no surge la existencia de un plan estratégico de transporte”, concluyeron los auditores.

Cabe recordar, además, que durante el ejercicio auditado, el Gobierno de la Ciudad decretó la emergencia en materia de la línea de subterráneos, que fue extendida hasta 2017 por el ahora Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

Los auditores, además, remarcaron las serias deficiencias en la capacidad de poder controlar, tanto de forma interna como externa, la rendición de los mencionados fondos, que se obtienen a tra-vés de colocaciones en dólares. SBASE tampoco controla la rendición.


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